
Esta receta es lo más simple del mundo.
Pica y fríe una cebolla. Añade tanto ajo como te atrevas (yo pongo un diente; usa un máximo de uno por persona), y en cuanto empiece a dorarse añade medio kilo de judías verdes frescas o congeladas, y entre medio kilo y 400 gramos de tomate. Si no es verano y no tienes tomates sabrosos de los de verdad, usa de lata. Cocinar 10 minutos si es tomate fresco o passata, un poco más si es tomate de lata que tiene más agua. Utilizar como guarnición.
En la foto, sobre pan integral.
¡Por fin aterrizo aquí!
ResponderEliminarEn cuanto vuelva a estar operativa de nuevo te iré haciendo llegar mis evoluciones a través del libro de cocina de la Sección Femenina ;)