jueves, 13 de mayo de 2010

Lentejas con arroz y cebolla confitada.



Este plato es más simple que el mecanismo del chupete. Tanto, que pensé que no merecía la pena hacerlo; y acabé simplificándolo todavía más, porque las lentejas y el arroz se guisaban juntos. Las lentejas están buenas de un día para otro, pero el arroz recalentado no queda igual, así que los hice aparte.

Se pone una taza de lentejas en una olla con medio litro de agua, 1 cucharadita de postre de comino molido, otra de cilantro (en grano, no la planta) molido, y media de pimentón. Cocer hasta que esté tierno, añadiendo un vaso de agua de vez en cuando. El objetivo es que quede bastante seco, como un guiso, pero sin pegarse.

Mientras, pica una cebolla grande o cuatro chalotas y fríelas a fuego suave en 2 o 3 cucharadas de aceite. Cuando esté muy suave y blandita, añadir a la olla de las lentejas.

Aparte, hervir arroz como más te guste.

Había que caramelizar cebolla para rematar, pero tengo a mano un chutney de cebolla muy bueno que es lo que se ve en la foto. Lo verde es mutable de calabacín. Legumbre + cereal + verde, un menú equilibrado y en este caso, bastante rico.

Repetible: Como comida de supervivencia está bastante bien, aunque se me hace raro no guisar lentejas con una docena de ingredientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario