
Este chile había que hacerlo con frijoles negros, un poco porque la combinación negro-naranja queda graciosa y hace el plato bastante apropiado para Halloween. A los americanos, por lo menos a los que escriben sobre comida, parece que les encanta eso de cocinar cosas que sean del color característico de las fiestas, como las galletas con glaseado verde en San Patricio y cosillas así.
En fin. La receta es rica y además está tirada.
Se rehoga cebolla, se le añade un poco de ajo, se añade una lata de tomates enteros bien escurrida de su jugo y con los tomates partidos por la mitad, y cuando empiezan a deshacerse (unos 5 minutos, no mucho), se añade el picante de tu gusto, calabaza pelada y troceada, y una pequeña cantidad de agua y de zumo de manzana (otro toque americano, los guisos contundentes con un punto dulce).
Cuando la calabaza esté tierna, en media hora aproximadamente, añadir frijoles negros ya cocidos, y calentar de 5 a 15 minutos, dependiendo de la cantidad de frijoles. Para cuatro raciones haría falta aproximadamente dos tazas de frijoles, media calabaza, y calentar unos 10 minutos.
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