domingo, 15 de febrero de 2009

Cómo convertir una salsa de tomate en una comida completa

Esta es mi versión de la idea de Jamie Oliver para esconderle la verudra a los niños, que no la vean y así se la coman sin protestar. Yo lo hago para ahorrar tiempo y comer verduras variadas.

Versión con MyCook de Taurus, o termomix:

Calienta 30 g de aceite un minuto, vel. 1. Añade una cebolla grande cortada en cuartos. 4 min / 90º / 4. Añade lo que tengas de las siguientes verduras:

una rama de apio, o dos, a cachos.
Dos zanahorias, pelada y a cachos.
un calabacín o dos, sin pelar, a cachos.
un pimiento, rojo o verde, sin pelar, a cachos.
un puñadito de judías verdes limpias.

Básicamente cualquier verdura que tengas a mano. Échale imaginación. Casi todo sirve. Fríe durante cinco minutos a vel. 5.

Añade una lata grande de tomate pelado o triturado. Baja la vel. al 2 y cocina 25 min a 100º. El resultado final debe parecerse a una boloñesa: salsa líquida con pedacitos. Puede triturarse hasta que quede completamente líquida.

Sale kilo y medio de salsa, que aguanta muy bien varios días en el frigorífico.

Sin termomix: Trocea la cebolla, fríe en una sartén muy grande o en una cazuela, y añade las verduras según las vas picando en picadora. Cuando añadas el tomate, revuelve de vez en cuando. Si quieres la salsa líquida, pásale la minipimer al final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario